Iwahig, la cárcel donde los presos son libres

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Cuando estaba en Boracay (el Punta del Este de Filipinas) decidi que deberia volver a ese pequeño pueblito donde habia visto las mejores playas de mi vida y necesitaba un poco de esa paz.
Regrese a Puerto Princesa, ciudad donde hay que ir para luego tomarte una van por 8hs y llegar a El Nido.
Alli me fue a buscar Jordi, un catalan a quien conoci en Manila.
Me habia comentado sobre varios lugares para visitar y el que mas me entusiasmo fue la carcel donde los presos gozan de una relativa libertad.

Una vez que llegamos vemos el cartel que anunciaba la llegada. Encontramos un porton abierto, solo con un policia. Entramos con la moto y ni siquera nos revisaron o pidieron nuestras indentificaciones.

Anduvimos quizas 1km en camino de tierra, rodeados por maravillosas montañas y cultivos de arrozales a nuestros lados. El paisaje era muy hermoso.





Llegamos a la plaza principal, donde se encuentran los edificios administrativos. Sin saber mucho, pedimos permiso para recorrer el predio. Una secretaria nos asigno como guia a uno de los presos para que nos lleve a hablar con el jefe de la prisión.
Nos recibio con una sonrisa de oreja a oreja ya que pareciera no ser frecuente ese tipo de visitas por parte de los occidentales. Nos dio la bienvenida y nos explico cual es el espíritu de esa institución.

Ellos buscan que los presos esten realmente rehabilitados. Se interesan en enseñarles oficios (mayoritariamente sobre campos y granjas) para que al salir de alli puedan reintegrarse en la sociedad, lo que cualquier carcel deberia hacer.

Mas que carcel podria decir que es un barrio privado con menos glamour de lo que acostumbramos a ver.
Hay secciones de seguridad media y máxima donde no se puede ingresar. El resto de los presos de minima seguridad viven en chozas precarias junto a su familia o amigos. Si, su familia.
Alli cuentan mini tiendas, una iglesia y hasta un colegio. Sus familiares tienen permitido salir pero luego regresan para continuar con su vida normal, dentro de una prisión.
Algunas casas eran de material, con autos y motos en su garage y rodeadas con un cerco, otras eran chozas hechas con sus propias manos.

Invitamos al chico que nos hizo de guia para que nos acompañe, pero en su precario inglés nos dio a entender que estaba en su horario de trabajo. Le ofreci unos cigarrillos y se puso mas que feliz. Al rato nos pego un silbido y vimos que venia detrás nuestro. Por mas que no nos pudiéramos comunicar verbalmente, entre sonrisas y gestos nos entendimos.

Nos metimos en un sendero marcado por los pasos, entre muchos árboles y basura para luego llegar a las dos primeras casas, mi hogar en Filipinas... dicen que el hogar es donde esta nuestro corazón, por lo tanto, compartiendo ese corazón con mi familia de sangre, alli deje parte de mi.
En esas casas vivian un grupo de 3 o 4 hombres y una mujer a quien le decian Mami. Ella era la unica que hablaba inglés fluido ya que estuvo viajando por muchos paises europeos tratando de ganarse la vida.
Los presos estaban muy contentos con la visita. Nos ofrecieron cafe, cerveza y el mismísimo arroz que estaban almorzando con la mano. Con mucho respeto y un poco de idea, rechazamos los ofrcecimientos porque nos daba un poco de cosita.
Si bien el jefe nos dijo que podiamos sacar fotos de todo menos de las caras, cuando vieron la super camara profesional de Jordi se sintieron top models y posaban con cara de malos, mostrando sus tatuajes mal hechos.

Luego seguimos explorando las casas abandonadas, los campos con cultivos, las canchas de tenis y el gift shop, donde venden souvenires traidos de China y remeras de máxima seguridad. Uno de los presos parecia borracho, drogado o algo.. lo mas comico fue cuando le preguntaba a Jordi si era Jesús (debido a su barba y pelo largo).
Nos sentimos algo intimidados. A mi me rodeo un grupo de hombres que me decian cosas como "sos muy linda". Debido al prejuicio de considerarlos criminales, me queria retirar lo mas pronto posible por miedo a que pase algo.

 Como mochileros que somos, no gastamos un peso a pesar de la insistencia ya que el presupuesto siempre es reducido.
Alli me detuve a ver unos cuadros maravillosos que pintaba uno de ellos. Realmente posee mucho talento para realizar tanto obras hiperrealistas como abstractas. Lo felicite muchísimo, le di palabras de apoyo para que nunca deje de pintar.. pero el sólo quería venderme uno de los cuadros.



Este fue mi lugar preferido en todo Filipinas. No se por que ellos estan alli, cual fue el error que cometieron, pero...
Posted by Recorriendo Prados on Viernes, 14 de agosto de 2015
Pasado el tiempo nos retiramos. Mi experiencia fue tan linda, que al regreso de El Nido, el 31 de diciembre del 2014 lo quise llevar a Karim para que conozca.
Él, como todo canadiense que usa el dolor de espalda como excusa para fumar marihuana, se olvido que llevaba algo en el bolsillo. Se lo habia dado un filipino-yankee que habiamos conocido en un bar y nos ofrecio llevar 1kg de marihuana en avion hasta Manila pagandonos 10.000usd. Si, claro. Iba a terminar en carcel y quizas no tan copada como Iwahig.
Esta vez fuimos en un tuktuk con quien pactamos espera de 1 hora ya que nos parecia suficiente tiempo para recorrer.

El primer lugar donde lo lleve fue a esas chozas donde vive Mami y su legión. Llegando me recibió su mascota, el mono. Por suerte estaba atado al árbol porque cuando pase caminando me quiso atacar y la cadena que lo ataba lo impidió. No me gustan los animales privados de su libertad pero tampoco me divierte la idea que me arranque los ojos.



Alli, el grupete me reconoció. ¡Incluso recordaban mi nombre! Estaban muy feliz de verme nuevamente ya que la mayoria de las visitas solo los usan como una excursión turística. Les habia llevado algunos regalos como cigarrillos, caramelos y hasta jabón ya que en la visita previa un preso aleatorio nos pidio pasta dental. Fue motivo de risa cuando conte que me habia robado los jabones del hotel y debería estar compartiendo chozas con ellos.


 Nuevamente nos ofrecieron de todo para comer, incluso vísceras de pollo fritas a las que miramos de reojo y con poco apetito. Karim acepto un vaso de cerveza e intento establecer charla. Nos invitaron a pasar a su casa para mostrarnos como viven y hasta me ofrecieron su mejor silla para que me siente. No hubo mucho tema de conversación por lo que me uni al grupo de afuera. Karim notó que tenia la marihuana en el bolsillo y con miedo se la mostro a los chicos que abrieron los ojos con asombro y alegría indescriptible. Se escondieron detras de la choza para que no los viera Mami, al lado del chiquero de los chanchos y con una pipa improvisada con papel metálico intentaron fumar. Estaban como niños en una tienda de golosinas.

Me fui a distraer a Mami para que deje a los chicos disfrutar un rato. En ese momento ella me estaba esperando con un regalo. Nos dio sus remeras de la cárcel que usan como uniforme. Estaban dobladas prolijamente adentro de una bolsa y me pedia disculpas porque no estaban limpias. También nos pidio que lo mantengamos en secreto ya que no estaba permitido. A las dos se nos llenaron los ojos de lágrimas... ella tiene el corazón muy grande. Nunca supe que hizo cada uno de ellos para estar ahi, pero conmigo se portaron  mejor que cualquier persona que goza de libertad y una buena vida.
Compartían lo poco que tienen y me abrieron las puertas de su alma.
Senti que les habia llevado pocas cosas y me dio culpa porque supe que podia ayudarlos mas. Si bien se que un abrazo pesa mas que algo material, decidi vaciar mi billetera y darles lo ultimo que me quedaba a mano, casi medio sueldo de trabajo promedio en ese país. ¿La sorpresa? No querían aceptar el dinero a pesar de mencionar incansablemente su carencia económica.

Se nos cumplía la hora y nos teníamos que ir. Estuvimos todo el tiempo con ellos y no recorrimos nada. Poco antes de volver, pasamos brevemente por el gift shop y alli habia otro preso que también me recordo. Lo estaba visitando su esposa con la bebe recien nacida que no dejaba de mirarme y agarrar el dedo. Él se pusona llorar diciendo que en una fecha tan especial no podia estar con su hermana y yo era una especie de reemplazo.


No se si en algun otro momento de mi vida hubo tantas personas que me abrieron su corazón de manera tan pura. ¿Lo mejor? Ellos son los "inadaptados sociales" que estan en un lugar por haber hecho "cosas malas" y la ley decidio que deberian estar recluidos, pero a medias.
Nunca imagine que guardaría entre mis mejores recuerdos de la vida su sonrisa y lagrimas de emoción.
No deje de repetirles lo afortunados que son. Les conte como eran las cárceles en otros lugares y no lo podían creer. Lamentablemente, ellos no poseen acceso a información como para ver como es el mundo de allí afuera.

De todos los países que he recorrido y las infinitas anécdotas y personas que he conocido, ninguna experiencia ha podido superar ese maravilloso momento.

Iwahig es el lugar donde deje un pedacito de mi corazón.


Gracias!!!