Otro domingo de metro en Buenos Aires

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Por mas que aun me fslte escribir sobre muchos paises y cosas que he visto, me propuse no abandonar la capacidad de asombro al haber vuelto a mi lugar de origen, donde todo me es familiar o conocido.

Me subi a la linea D en Belgrano cerca de las 19hs.
Habia comprado un ramo de flores y, embobada, sentia el perfume de las flores. Una señora mayor, sentada al frente, las miraba y sonreia. Me dieron ganas de regalarle una, pero sentia que era amarreta, tampoco le queria dar todo el ramo asique no hice nada.

Todo fue paz y amor hasta Plaza Italia. Vacaciones de invierno, la rural, el zoo y muchos pendejos gritando. Al lado se me sienta una mama con el bebe en brazos. Le quise dar mi asiento pero insistio que a el le gustaba viajar a upa.
Empezamos a hablar sobre lo bien que se portaba, en comparación al resto del vagon y escuche el dialogo donde el niño le indicaba a su madre que queria leche para la cena. Me hizo acordar mucho a mi sobrino que esta alla lejos en otro continente y tengo la suerte de verlo al menos cada uno o dos años. La mama se sento al frente, al lado de su otro hijo y el marido.
Me puse a mariconear tanto que se me cayó una lágrima y el nene justo me vio. Me miraba con ojos de cansado, medio zombie, pero se dio cuenta que estaba llorando..
Me bajo de la linea D, la mama me saluda y voy a combinar con la linea C.

La paz y el amor se fueron al carajo, los pendejos que lloraban tenian corte de pelo wachiturro y las madres les daban un revenque en la cabeza. Ni bien me subo quedo parads frente a los asientos. Veo a un paquero, que ya habia fichado, asomarse por la ventanilla. Al bajar la mirada noto a un tipo con un celular tipo tablet jugando al Candy Crush. Automáticamente me salio esa cosa de hablar tan rápido que suena a chorro en un banco diciendo "dame la guita" a diferencia que yo le decia "guarda el teléfono, guarda el teléfono". Hasta que el pibe reacciono, el paquero se volvio a asomar por la ventana sin éxito de robar.
Estuve en esa situación varias veces y ahi empezó de nuevo la regresión pero esta vez de recuerdos feos. Me baje muy pronto y cruzando la 9 de Julio empece con la persecuta tipica de avenida a la noche en zonas oscuras. Paneo 360 para ver si hay moros en la costa. Una chica que estaba atras mio, se adelantó e hizo lo mismo. Solo estaba yo, pero igualmente ella caminaba super rapido. ¿Parezco ladrona? Me pregunte.
Segui caminando y veo a un tipo que viene caminando, con su billetera abierta contando dinero (igual no tenia mucho).
Llegando a casa comece con el otro ritual. La billetera y el celular en los bolsillos y las llaves de casa a mano.

Una vez, un pibe me piropeo de manera que pense que me iba a robar, me meti corriendo al kiosko y me dijo "para linda que no te voy a hacer nada", era el cartonero de esa esquina.
Y el toque mágico, en el contenedor de la esquina de casa, una familia joven buscando algo, como siempre... a veces me dan ganas de decirle "veni, te doy algo", pero a no ser que sea mi cartonero del barrio, me da miedo, desconfianza. ¿Y si también son paqueros? O son de los que se autosegregan y me ven como una millonaria a la que le tienen que sacar todo por la bronca que tienen de ocupar ese rol en la sociedad.

¿Hasta que punto los miedos son mal atribuidos? ¿ y si al menos esta noche le daba algo de comida a una familia con hambre? Pero si hoy les doy ¿ que van a hacer mañana?. ¿Por que en una linea de subte todo es lindo, paz y amor y textean tranquilos cuando otra linea es completamente opuesta? ¿Y el tipo que contaba plata en la calle? ¿la chica que corria delante mio?

Que se yo. Lo importante es mantener la capacidad de asombro. No a las rutinas, pero no en cuantona actividades sino al ver las cosas.
Y las flores las puse en agua.


Gracias!!!